Pacíficamente, para comprar en los ambulantes, ferias, mercados abiertos, tiendas de la vereda, “drive ins” y etcéteras; productos de la imaginación y “recurseo” de nuestra prolífica y variada población. Este “tomar la calle” puede generar, primero un cambio y respuesta de: a) quienes manejando negocios formales encuentren que perderán, grosso modo, 50% de clientes; y b) la reacción, ojalá sensata, de los “desgobernantes” de eliminar restricciones.
En mi artículo anterior “Viva El Nuevo Orden” (1), me atreví a reseñar a detalle como cambiará el orden social y sus costumbres, para adaptarse (gracias adiós) a las exigencias de la estupidez humana de los (des)gobernantes de turno. Quienes, irrogados de una soberbia, producto de su falta de clase y nobleza, sazonada de desconocimiento e ignorancia supina (valga la tautología) nos sumergen en una fragmentación adicional de castas a las ya existentes en el país.
Nos separan etnias, procedencia geográfica, generaciones, idiomas, religiones, política, creencias, culturas, deportes y etcéteras; como para agregar una de las más peligrosas y devastadoras diferencias sobre los contagios y dispersión del virus entre Vacunados (Vac) y No Vacunados (NoVac).
Información sobre esta situación la encuentran en mi artículo anterior “Fraigundiados” (2) en el cual sustento con referencias asertivas y reales que “ambos dos”, Vac y NoVac, pueden enfermarse y contagiar. Siendo lo más grave que los Vac, tienen la mayor tasa de enfermedad y contagios, entre otros efectos nocivos aún no esclarecidos y menos informados. Daños colaterales les llaman los devastadores de la humanidad.
No tardará, la necesidad a incentivar la creatividad; y tendremos -con legitimidad, aunque ilegal- que no solo los ambulantes discriminados como informales, sino también las actividades formales empezaran, cual batallas callejeras encarnizadas, a disputarse las aceras, calles, avenidas y parques para poder continuar sus actividades, ya no solo para lucrar sino simplemente subsistir.
Saludable cambio, que podría también denominarse “De la Ciudad al Campo” como un viceversa a contramano de la histórica migración campesina pululando en los extramuros de las urbes. Este fenómeno que anoto como positivo, nos devolverá hacia lo natural y también a devolvernos la condición humana de gregarios, viviendo en una sociedad comunitaria sin distinciones. "El hombre es un ser social por naturaleza" Aristóteles (384-322, a. de C.) para constatar que nacemos con la característica social y la vamos desarrollando a lo largo de nuestra vida, ya que necesitamos de los otros para sobrevivir. Según Aristóteles se "es" en tanto se "co-es". (3)
Alea Jacta est.
Referencias:
(1) web.facebook.com/permalink.php?story_fbid=10224583964639162&id=1010540235
(2) web.facebook.com/permalink.php?story_fbid=10224582966294204&id=1010540235
(3) culturagenial.com/es/el-hombre-es-un-ser-social-por-naturaleza/
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