La ‘DIVERSIDAD’ lo que constituye nuestro ‘Destino Manifiesto’, teoría según la cual un país tiene un atributo que lo hace único, diferente, y del cual sus nativos deben sentirse orgullosos. El Perú tiene 84 de los 114 microclimas en el mundo, 25 mil especies de flora (10% del planeta), 71% de los glaciares del mundo, 4,441 variedades de mariposas, 2,000 variedades de peces, y alberga alrededor de 70% de la diversidad biológica global. Lo podemos constatar en la diversidad de cultivos, gastronomía, culturas, historias, etnias, y otros, en cada región, lo cual nos debe producir júbilo desde la cuna. Los currículos escolares deben hacer hincapié en ello.
El concepto señalado lo presenté en Bogotá, invitado para exponer en el foro “¿Hacia dónde debe dirigirse el financiamiento rural?”, promovido por el ‘Fondo para el Financiamiento del Sector Agropecuario-FINAGRO’, en el cual departí con su presidente, Carlos Ramiro Chaparro, y mi propuesta fue modificar la denominación ‘inclusión’ por ‘integración’; adicionalmente, institucionalizar con diferentes tipos de organizaciones privadas y públicas, una plataforma de integración ‘única’, financiera, social, y cultural, aprovechando sinergias, fundamentada en el atributo de ‘diversidad’, donde todos tenemos aportes que realizar.
En respuesta al enunciado del Foro en Bogotá, diría que antes de evaluar hacia dónde debe dirigirse el financiamiento rural, la interrogante debe ser ‘hacia dónde debe dirigirse el financiamiento en general’, y la réplica es hacia el sector rural. Los motivos son los siguientes: a) los sectores urbanos están sobreendeudados; b) el sector rural, donde la actividad agraria es predominante, ofrece al sistema financiero un potencial, de casi 700,000 productores factibles de recibir financiamiento, en la medida que se implementen las herramientas que lo hagan posible; c) el crédito – con un seguro adicional – es la mejor forma de incluir financieramente a un productor, por cuanto el hecho que accede al crédito es porque está articulado a un mercado, y ello demanda formalidad; c) la mayor exclusión financiera está hoy en las zonas rurales.
Cuando hablamos de ‘articulados al mercado’, nos referimos a productores que cultivan para negocio: venden a mercados de abastos, supermercados, cooperativas, comercio exterior, industrias, ‘paraditas’, etc…, y por ende son sujetos de crédito; en cambio, los productores de subsistencia lo hacen para su consumo propio. La ‘Encuesta Nacional Agropecuaria, 2022’, del Instituto Nacional de Estadística e Informática-INEI, dirigida a pequeñas y medianas unidades agropecuarias, reveló que estos realizan una actividad adicional al agro, tal como comercio, fabricación de prendas de vestir, construcción, restaurantes y hoteles, transporte, entre otras, por lo que es probable que pudieran ser sujetos de crédito por una actividad que no es la agraria (bodega, mototaxi, chofer de una empresa, entre otras), información con la cual no se cuenta, y que es importante conocer para políticas de asociatividad:
He preparado un cuadro con las colocaciones al sector agrario por el sistema financiero supervisado por la SBS, de acuerdo a la información de esta en su Portal. En el caso del Agrobanco, hemos inferido el número de clientes en base al monto de la cartera vigente en sus estados financieros de 2022 y 2023, y al promedio del crédito, según una presentación que hizo su presidente a la Comisión Agraria del Congreso de la República. No hemos incluido los créditos de las cooperativas supervisadas por cuanto no contamos con su información, pero estimamos no deben superar 10% de las cifras a continuación. Tampoco incluimos el Fondo AgroPerú, cuyo objetivo es brindar un apoyo adicional en situaciones de crisis que afecten al sector agropecuario, y que según el artículo 25.2 de su ‘Manual de Operaciones’, puede aplicar tasas promocionales de carácter excepcional y temporal solo ante la ocurrencia de eventos exógenos extraordinarios e irresistibles al normal desarrollo de la actividad agraria, tales como desastres naturales, emergencias que tienen por objetivo la reactivación productiva y la recuperación de la actividad agraria…
Los resultados de las colocaciones del sistema financiero (SF) al sector agrario, son los siguientes:
· El SF coloca S/ 15,698,327 MM al sector: 12,593,057 (80% del total) a las corporaciones, gran empresa, y agroexportadores, y 2,890,346 millones al pequeño productor, que se convierten en 3,105,270 con la presencia de Agrobanco (20% de las colocaciones al sector)
· El total de productores atendidos (considerando Agrobanco) se estima en 337,992: 31,278 los grandes productores (atendidos por la banca múltiple y las Cajas rurales, donde los promedios de los créditos son de S/ 403,391 y S/ 316,889, respectivamente), y 306,714 los medianos y pequeños productores, atendidos principalmente por las Cajas municipales (182,047), y las empresas financieras (89,894).
· Las colocaciones, en términos de monto, han caído en 7% respecto al año 2022, y se han incrementado en 7.1% en clientes atendidos.
· El promedio del crédito al pequeño productor oscila entre S/ 7,000 (edpymes y empresas financieras) y S/ 11,000 (cajas municipales).
· El 100% del crédito al pequeño productor es en Moneda Nacional, y en el caso de la gran empresa, 59%.
· El SF destina al sector agrario solo 3.8% de sus colocaciones (0.76% a los pequeños productores), aunque las cajas municipales y rurales hasta 6%:
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