Incluyo las que considero las ‘palabras malditas’, sus significados, origen, etimología, usos, y presencia en la vida diaria. Es un tratado, especialmente, de investigación.
10. Chapar, según la RAE, significa ‘cubrir o guarnecer algo con chapa’, ‘decir una verdad contundente. Le chapó un no como una casa’, ‘poner o sentar la herradura en el casco de la caballería’, y ‘estudiar o trabajar mucho’. En Argentina, en cambio, significa ‘besarse con otra persona, y beso con lengua’. En Chile, "hacerse los chapes" significa peinarse el pelo en dos o más trenzas. En República Dominicana, ‘chulear’ o ‘besar’, y en Paraguay, también ‘besar’. En el Perú, además de ‘besar’ (un buen chape es un buen ósculo), también tiene la acepción de ‘descubrir’ (te chapé haciendo trampa).
El vocablo se compone del sustantivo «chapa» y del sufijo flexivo «ar» que indica infinitivo de los verbos. Es de origen incierto. La Academia lo da por onomatopéyico, pero se ha sugerido también una forma latina *klappa’, que desembocaría también en el occitano ‘clap’, el piamontés ‘chap’ y el ligur ‘chappa’. Puede asociarse también al italiano ‘acchiappare’, o sea, asir, coger, atrapar.
Preguntando a un amigo lingüista me comentó se utiliza en el Perú como ‘besar’, proveniente de juegos infantiles de la década de los 70’ del siglo pasado, cuando uno de los participantes tomaba a otros (pega, escondite), y le decía ‘te chapé’ (descubrí, atrapé), por lo que, luego se asoció, al beso.
11. Chucha, según la RAE es un vulgarismo que se usa en Colombia y Perú para referirse a la vulva o aparato genital femenino. En el diccionario castellano, ‘chuchar’ significa realizar el coito. En el Perú, incluso se utiliza como interjección expresando sorpresa: ¡Ay, chucha!, como un agravio extremo para insultar a la madre de un enemigo: ‘Chucha (concha) a tu madre’, como un refuerzo de una afirmación para enfatizarla: “qué chucha te importa’, una forma de menospreciar a una persona: ‘quién chucha te crees’, y la manera de referirse a una persona de sexo masculino cuando está obsesionado con una dama: ‘está enchuchado’.
Word Reference le coloca como sinónimos: apatía, peseta (no tengo una chucha). Según la web http://etimologias.dechile.net/, en muchas partes del mundo hispano es sinónimo de ‘perra’ (de ahí el insulto), y proviene de ‘chucho’. Agrega que, en Sudamérica, al igual que ‘choro’ y ‘concha’, se refiere a la vulva (en tiempos de guerra, cualquier hueco es trinchera). ‘Chucha’ es una clase de almeja en el Perú, a la que los incas la llamaban de esa manera en quechua. Esta parte de la anatomía femenina es metaforizada con los moluscos lamelibranquios marinos, no solo por su aspecto triangular, sino también por tener labios finos y emitir fluidos. Añade que en Chile es una exclamación o se usa para recalcar algo: ‘la sopa está más caliente que la chucha’. En El Salvador se le decía a los perros ‘chuchu’ (nahuatl), y se usa ‘chucho’ y ‘chucha’ para referirse a tacaños y miserables. En Colombia se usa para referirse a ratas de gran tamaño, o zarigüeyas, así como para el mal olor de las axilas. En México, cuando alguien oculta o engaña, se usa el dicho ‘a Chuchita la bolsearon’, lo cual proviene desde el virreinato, cuando a una muchacha llamada Jesusa era enviada a comprar víveres, pero se valía de una artimaña para decir le habían robado, además, es sinónimo de ‘abusado’ (perspicaz: ‘ponte chucho’), y de ensañamiento (Javier se puso chucha con María).
Según Wikipedia, es un coloquialismo para referirse a la hembra de Canis lupus (lobo) familiares en español. En Bolivia, Panamá, Colombia, Ecuador, Perú y Uruguay, es un vulgarismo utilizado para referirse a la vagina y también al olor de las axilas. En Chile, Panamá, Ecuador y Tarija Bolivia, Perú es un vulgarismo para referirse a situaciones sorpresivas, para distancias lejanas y como insulto. En Colombia se usa para referirse al mal olor de las axilas. También suele utilizarse para referirse a las personas cobardes; así mismo también uno de los nombres comunes de Didelphis marsupialis, también conocido como tacuazín o zarigüeya común.
En el marco del programa público de la exposición Civilización Atalaya, el Museo de Arte Contemporáneo de Lima te invita a la proyección de la película «La Chucha perdida de los Incas«, dirigida por Fernando Gutiérrez «Huanchaco«: fuera de los caminos guiados del documental convencional, este ensayo fílmico del artista plástico Huanchaco explora los territorios de la religión, del arte, del psicoanálisis y de la historia para cuestionar la relación de la sociedad peruana con la paternidad, según él, integrante estructural de esta sociedad huérfana en busca de un padre. Desde los ritos incas hasta los últimos intentos de conectarse con el dios solar del planeta amarillo, la película relata un desconcierto existencial que empuja a parte de la población peruana a querer encontrar un paraíso perdido original, a querer reconectar con la figura de un padre. En los entresijos de un viaje delirante pero lógico, Huanchaco nos lleva a conocer personajes no menos delirantes que filma con empatía crítica (https://maclima.pe/)
No en todas partes es una palabra maldita: Casa de Chucha es una casa-chalet vivienda de uso vacacional, está situada a 15 minutos de León y su famoso Barrio Húmedo. Es ideal para familias y grupos de amigos, ya que la casa tiene capacidad desde 2 a 10 personas. ‘Pescados La Chucha’, en Lastres,
España. Incluso, está la playa ‘La Chucha’ en Granada, España.
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