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Carlos Ginocchio / Las palabras malditas 33


47. Verga, según la RAE, significa ‘pene’, arco de acero de la ballesta, vara (palo largo y delgado), tira de plomo con ranuras en los cantos, que sirve para asegurar los vidrios de las ventanas, percha labrada convenientemente, a la cual se asegura el grátil de una vela, vergajo. En El Salvador, México, y Venezuela, es una expresión vulgar de sorpresa, protesta, disgusto o rechazo. La verga toledana era una medida antigua equivalente a dos codos. La verga seca era la verga mayor del palo mesana que no lleva vela. Vergas en alto denota que la embarcación está pronta y expedita para navegar.

Puede hacer referencia a los siguientes topónimos: Verga (Maranhão), ciudad del estado de Maranhão (Brasil). Vergas (Minnesota), ciudad del estado de Minnesota (Estados Unidos) Además, como apellido, puede referirse a las siguientes personas: Andrea Verga (1811-1895), psiquiatra y neurólogo italiano. Bob Verga (n. 1945), baloncestista estadounidense. Giovanni Verga (1840-1922), novelista italiano. Salomón ben Verga, historiador y médico hispanojudío del siglo XV (Wikipedia).

La ' verga ' (miembro varonil) viene de 'virga' (ramita o varilla, ver: Vergé), igual que la palabra 'vírgula' (vara pequeña) y su diminutivo 'virgulilla'. ... " Verga " es también el palo horizontal que en el mástil sujeta las velas. Al parecer por su posición horizontal se asemeja al miembro viril en estado de erección. Existía una disposición en los barcos: ‘la marinería solo podía beber cuando el sol estaba sobre la verga del barco’, ya que no se podía beber en las mañanas. La hora de beber era aproximadamente a las 11 de la mañana. También es de resaltar la evolución de ‘carajo’. También en origen miembro viril, y que llega a emplearse como palo del mástil de las velas http://etimologias.dechile.net/

En la web letraslibres.com /revista-espana, Guillermo Sheridan publicó el 26 de febrero de 2016, el artículo ‘La verga y sus alrededores’, que transcribo: Ya comenté la breve fama que un Señor Licenciado Raúl Libién asentó en la expresión “me pelas la verga” que le hizo precariamente famoso en las redes sociales luego de que se le escuchó llenándose la boca della. No me interesan los conflictos obvios de ese caballero, pero sí en cambio la lexicografía de esa expresión estrepitosa que, si bien no con la frecuencia, el estilacho ni la monomanía del susodicho, califica de cotidiana en el español que en México se entona. Así pues, arrastrado por legítima curiosidad científica discurriré sobre el asunto, confiando hacerlo de modo acucioso, con relativo seso y sin ánimo de afrenta. Y como dijera el clásico, “Si este tratado le pareciere de entretenimiento, léale y pásele muy despacio…”, et caetera. Y si no, no. Dicho lo cual, vayamos a los hechos. De todos es sabido que la paradójicamente femenina palabra verga desciende –como anota el docto Covarrubias– de Latine virga, quasi verga, pues virga significa bastón de mando, o báculo o cayado y brota de la raíz vir, tan viril que pudo propiciar la eventual deriva de virga a “garrote” o a francamente palo que, paréceme, no deja a su vez de hacerle eco a phalo, como dicen los griegos, mas no los romanos, para quienesverga con significado sexual se decía mentula, tal como consta famosamente en Catulo y en la vigésimo octava Priapeia que alega que com cunno mihi mentulaest vocanda, palabra mentolada que pudo parir a minga española. Más allá del latín florido, la voz verga cabecea en la noche insondable de los tiempos lexicales. Dudo agregar algo si, en viaje veloz al tegumento indoeuropeo, evoco que la palabra sánscrita vajra –que también significa “báculo”– claramente retumba luego en vara y por tanto en verga; y dudo ser novedoso (aunque sí quizás pedante) si evoco que en ciertas escuelas del budismo mahayana, vajra significa “trueno” y “diamante”, conceptos que sabiamente combinados (“vara de luz”) arrojan una imagen que el tantrismo emplea para referirse al –dice el pueblo con probado ingenio– pene masculino. Y ahora ha llegado el obligatorio cuanto temido momento de consultar a la Academia. La Real Española registra varias acepciones enhiestas que se anotan con aplomo: verga es “pene”; verga el “arco de acero de la ballesta”; verga cualquier vara; verga la “tira de plomo con ranuras en los cantos, que sirve para asegurar los vidrios de las ventanas”; verga es también la “percha labrada convenientemente, a la cual se asegura el grátil de una vela”; verga seca es en marinería el

“palo mesana” (sic que hace quick); verga toledana es una

“medida equivalente a dos codos”; vergas en alto “denota que la embarcación está pronta y expedita para navegar” y, finalmente, la neta y llana verga que se emplea como “interjección vulgar” en México y Venezuela “para expresar sorpresa, protesta, disgusto o rechazo”. Por su parte, el Diccionario de mexicanismos que la Academia Mexicana de la Lengua tiene en línea aún no ha llegado a la verga. Una coincidencia simpática, sin embargo, hace que dicho diccionario termine en la letra eñe, por lo que en su última página hasta la fecha (la 1062) aparece la trepidante voz ñonga que resulta ser un vulgarismo sinónimo de verga, como en la expresión “¡la ñonga, qué!”, empleada “para negar enfáticamente lo que afirma un interlocutor”. La misma Academia registra esta entrada de verga en el Refranero mexicano de Herón Pérez Martínez: “verga parada no cree en Dios; culo caliente, no tiene pariente”, especioso refrán que yo desconocía y que, según su autor, “expresa que el instinto está, en este caso el sexual, por encima de cualquier consideración”. Más sincero, el Útil y muy ameno vocabulario para entender a los mexicanos de don Héctor Manjarrez, anota que verga “como tantas expresiones populares, flota en la ambigüedad y chapotea en las anfibologías”, y que se emplea para significar “ser muy verga” (es decir, un ser superior) lo mismo que para certificar derrota (“valiste verga”). Y eso es sólo la punta del problema que, ahora reparo, es en tal medida truculento que, para alcanzar altura, dependerá de la ayuda del culto público de este blog, por lo que se le convoca respetuosamente a aportar materia con objeto de registrar los usos y costumbres, historias y referencias, cultas y populares, laicas y científicas sobre el anual ermitaño todo vestido de jerga…

El mismo Sheridan publicó en dicha web el 11 de marzo de 2016, ‘Más verga, maistro’: Continuemos practicando la lexicología de esa palabra retobona, crispante y multiusos, recientemente cantada por el a estas alturas ya felizmente olvidado #Lordmelapelas.. Amontono ahora, primero, algunas expresiones popularizadas por la calle cotidiana que aportaron al Minutario amigos y espontáneos con quienes me hallo en deuda. Luego, registro algunos aforismos inquietantes de naturaleza política y, finalmente, dos nuevas entradas de la voz verga en igual número de diccionarios. I. LA VOZ DE LA CALLE. Está bien vergaes proporcionalmente inverso a está de la verga. Pasarse de verga: tener una idea exagerada de las virtudes de uno. La verga sólo es verga cuando está parada porque si no, no es verga sino pene. Hacer algo de una vez por todas, por ejemplo: “Tuitéalo a la verga”. Adular exageradamente a alguien se dice así: cromar la verga. No se dice “la verga” sino “la gáver”. Para señalar a quien es imposible darle gusto: “quién sabe qué vergas quieres”. Algo que ya no tiene remedio: Ya valió verga. (Hay versión familiar: ya bailó Bertha.) Si se dice eres una verga es halago; si se dice eres de la verga, denuesto. Todas las palabras definitorias de la psique mexicana pueden ser lo mejor y lo peor a la vez: madre, chingada y verga. La verga no se entrecomilla ni por hablado ni por escrito. Una “verga” entrecomillada ya valió ídem. La verga es cuadrada. Me dice Julián Herbert que se usa para atajar argumento en contra, excusa o pretexto. Por ejemplo: –Es que el presupuesto era insufi/ –No, no. La verga es cuadrada. La verga de dios. Es el nec plus ultra. (También, según Herbert.) Por ejemplo: “Ramón Ayala es la verga de Dios”. Me vale vergase dice cuando algo nos importa poco. Esta expresión puede vestirse de énfasis variables, por ejemplo: “me vale tres hectáreas de verga”, o bien, “me vale ochenta camiones de verga”. No le acomoda ninguna verga: dícese de alguien que a todo le pone peros. Para celebrar que se tuvo razón en un argumento, se dice “¿ah, vergá?” por homofonía con verdad o, más bien, con la mexicana verdá (pero no con erdá). En el sur decimos verguero (que significa mucho), y vergalalal (muchísimo). Por ejemplo, “un verguero de gente”, o “un vergalalal de políticos”. En el sur de México, al parecer, cuando hay alguien que es un mañoso o un tramposo, pero simpático, se le llama afectuosamente “un cariverga”. Sáquese a la verga significa exigirle a alguien, por incredulidad o por exceso de credibilidad, que se vaya lejos. Esta verga parece pues ser vecina de “la chingada” y de “el carajo” (que es la verga, o vergajo, de los toros). Tiene muchas variantes: vete a la verga, anda a la verga o simplemente –con el mismo sentido y más económico– ¡a la verga! Lo contrario de sáquese a la verga es arrímese a la verga. Finalmente, un espontáneo que se presentó como abogado constitucionalista sostuvo que la expresión Sáquese a la verga figura en el artículo 33 de la Constitución mexicana. II. TRES USOS POLÍTICO-SOCIALES DE LA VERGA. La verga, unida, jamás será vencida. La verga es esencialmente reaccionaria. La verga siempre sabe para quién trabaja. III. YA SE FUERON A LA VERGA LAS VACACIONES. Transcribo lo que anota el Diccionario del español de México, que coordina mi amigo, el sabio Dr. Luis Fernando Lara, en El Colegio de México: VERGA. (Grosería o lenguaje grosero) 1 Pene, tanto del hombre como de varios animales: sacarse la verga, chupar la verga. 2 Irse a la verga algo o alguien. Echarse a perder por completo, descomponerse, destruirse, etc alguna cosa, o arruinarse; sufrir un grave daño, un gran descontento, etc una persona: “Ya se fueron a la verga las vacaciones”, “Con la inundación, toda la cosecha se fue a la verga”. 3 Valer o importar (pura) verga algo o alguien. Importar poco o nada: “¡Aguas! Si te caen, valiste verga gacho”, “Vale verga que protestes, nadie te va a hacer caso”. 4 Ser, sentirse, etc alguien (muy) verga. Ser o sentirse muy bueno, listo, mejor que los demás, etc: “¡A ver si eres tan verga, pendejo!”, “¡A ver, a ver, te sientes muy verga, no?” II (Mar) Palo o percha labrada donde se asegura una vela en una embarcación: verga de trinquete, verga de gavia IV. GO TO THE VERGA MANUEL. Un diccionario en línea que se llama UrbanDictionary.com adjudica a un ilustre colaborador suyo que se llama anarkopunks!! esta entrada que procedo a copipeistear sin sics: Mexican, and latinoamarican equivalent for COCK, the equivalente for PENIS is PENE, verga is much more rude and offensive, verga can be also used as a surprise exclamation generally in a worried manner, verga can also be used to reffer to someone that is exceptionally good at something, or used as a non exitant place where you send somebody kind of like telling someone to go fuck himself or to FUCK OFF. 1. mi verga es grande y peluda, my cock (verga) is big and hairy. 2. John- mataron a tu perro, yo-verga!, John- they killed your dog me-verga!!, 3. Pedro es una verga en el footbol Pedro is a verga playing football, 4. vete a la verga Manuel , go fuck yourself Manuel, or in a more similar but senseless way– go to the verga Manuel.


Mi conclusión que la expresión ‘verga’ se originó en los puertos.


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