29. Mierda es una palabra muy usada para diferentes fines, y según la RAE, significa excremento, suciedad o porquería que se pega a una cosa o a una parte del cuerpo, residuos del alimento, inmundicia, hecho o situación que repugnan, como la existencia de vicios o delitos, callar, ocultar, tapar o descubrir la mierda, cosa mal hecha o de mala calidad (este gobierno es una mierda, para ponderar el mal estado físico o moral (la casa estaba hecha una mierda. Lo vi hecho mierda), persona despreciable, contrariedad o indignación, y en España es borrachera o una droga.
En el Perú, además del excremento, se utiliza como insulto (eres una mierda), para repeler a alguien molestoso (ándate a la mierda), cómo interrogante ante una situación incomprensible o deficiente (¿qué mierda es esto?), para expresar un malestar propio por cansancio o ataques (estoy hecho una mierda), para designar la baja o ninguna calidad de cualquier cosa o persona (ese producto es una mierda), como lamento (la vida es una mierda), y como una expresión de sorpresa, sobresalto o enojo: ‘¡Mierda!, la guardia muere pero no se rinde’, frase de Pierre Jacques Étienne, vizconde Cambronne (Nantes, 1770-Nantes, 1842), general francés que luchó durante las guerras de la Revolución y en las guerras napoleónicas. Herido en la batalla de Waterloo, a Cambronne se le atribuyen dos frases célebres cuando fue conminado a rendirse por un oficial británico, al que contestó: «La Guardia muere, pero no se rinde» («La Garde meurt, mais ne se rend pas»). Posteriormente, y ante la insistencia de los ingleses habría añadido lo que hoy se conoce como «la palabra de Cambronne» («le mot de Cambronne»), es decir, «¡Mierda!» («Merde!») (Wikipedia). También da lugar a frases eufemísticas cómo ‘hacer popó’ y ‘hacer el dos’, o sinónimos que la endulcen como ‘mienchica’, que usábamos en nuestra juventud para traslucir la palabra maldita.
La palabra mierda viene del latín merda (excremento). Según el Breve Diccionario Etimológico de la Lengua Castellana, de Joan Corominas, aparece en nuestro idioma en 1495. ...
Según la web http://etimologias.dechile.net/, para Pokorny, la palabra merda contiene la raíz indoeuropea *smerd- (apestar) y caca *kakka- (defecar). Lo curioso es que sea una palabra casi huérfana en el idioma castellano, mientras que en francés la voz ‘merde’, presente desde el siglo XIII, ha engendrado una numerosa familia: merdeux (medroso, mequetrefe), emmerder (jorobar, aburrirse), emmerdeur, emmerdement (lío, follón), se démerder (arreglársela), démerdard (despabilado), merdoyer o meryer (enredarse), merdier (desorden), merdaille, merddouille. En relación a ello, un lector publica en dicha web: tan desprovista de familia no está la pobre ‘mierda’, quizás no se haya desarrollado tanto como en francés, pero está arropada de algunos congéneres que recoge el DLE, como comemierda, enmerdar, enmierdar, jamerdana, jamerdar, merdellón, y merdoso. Además, sin que lo sancione el DEL, tenemos siempre la opción de la creatividad expresiva (remierda, recontramierda, requetemierdado, supermierdoso, desenmierdar) o cultista (merdófilo, merdófugo, merdósico, transmerdado). Lo que pasa es que en español la palabra tiene una connotación malsonante más acentuada que en francés y por eso no se le permite acceder a según que foros. Recuerdo que en mi infancia, en España, nos estaba terminantemente prohibida – esa palabra y todas sus derivadas – en la conversación familiar y en la escolar. Esto creo que ha ocurrido en todo el ámbito hispano, hasta el punto de recurrirse a eufemismos fonéticos como el que empleaba Gabriel García Márquez en 1983, en su artículo ‘Estos ascensores de miércoles’.
En ‘El coronel no tiene quien le escriba’, de García Márquez, cobra importante relevancia para definir la fortaleza del coronel: Todavía faltan cuarenta y cinco días para empezar a pensar en eso —dijo el coronel. La mujer se desesperó. «Y mientras tanto qué comemos», preguntó, y agarró al coronel por el cuello de franela. Lo sacudió con energía. —Dime, qué comemos. El coronel necesitó setenta y cinco años —los setenta y cinco años de su vida, minuto a minuto— para llegar a ese instante. Se sintió puro, explícito, invencible, en el momento de responder: —Mierda.
La palabra mierda aparece en tres ocasiones en la novela ‘Cien años de soledad’ de García Márquez, y en las dos primeras no es el coronel Buendía quien las dice, sino quien riñe por haberla dicho. Gabriel García Márquez acabó de escribir esta novela en 1957. Desde entonces hasta hoy, la palabra mierda sigue siendo motivo de vergüenza o burlas, pero hay muy pocas que tengan tanta fuerza en una narración. Todo hace pensar que para cuando José Mauro de Vasconcelos escribió “Mi planta de naranja lima”, todavía la palabra mierda causaba rechazo tanto al que la escribía como al que la leía o escuchaba, porque sólo habían pasado once años. Sin embargo, en una novela tan tierna y de tanta belleza, la potencia que tiene esta palabra nos ofrece la siguiente escena. Zezé, el niño protagonista, acude con su cumpañero, el señor Ariovaldo, a cantar canciones por la calle. Se queda la propina y además puede elegir uno de los cuadernitos que no se hayan vendido en el día, que aprovecha para regalárselo a su hermana Gloria, que se porta tan bien con él. Una mujer se acerca a ellos y amonesta al señor Ariovaldo por tener a una criatura como Zezé trabajando. El señor Ariovaldo, que sabe que lo único que quiere es asustarlo y molestarlo, le devuelve la amenaza, pero con un cuchillo. En cuanto se quedan solos, se da este diálogo: —Señor Ariovaldo. —Dime. —¿Qué es Bruja de Croxoxó? —¡Y yo qué sé! Lo he inventado con el enfado. Soltó una carcajada de placer. —¿E iba usted a rajarla de verdad? —No, hombre. Ha sido sólo para asustarla. —Si lo hubiera hecho, ¿qué habría salido? ¿Tripas o serrín, como de una muñeca? Se rio y me acarició la cabeza amistosamente. —¿Quieres saber una cosa, Zezé? Creo que lo que saldría sería mierda, exactamente.
https://jenndiaz.com/2012/10/18/elogio-de-la-mierda/
En la web https://frutosdeltiempo.wordpress.com/, Francisco Gómez en su ‘La literatura es una mierda’, expresa lo siguiente: la literatura es una puta mierda cuando ves a tu tío Jesús, mi segundo padre, apagarse por el maldito Alzheimer y el canalla Parkinson y tú te ves impotente. Las heridas se abren a costra abierta porque veo la película que vivió mi buen padre, que estará en los Cielos. La literatura es una canallada mierda cuando hablas a tu tío y ya no te conoce y no sé dónde está desde sus ojos todo amor, toda inocencia y la luz entra por la ventana. Las palabras no sirven para nada, mis sílabas son bisutería barata. Trago las lágrimas para que mi tía Clarita, su mujer, que lo cuida con Amor más allá de las palabras, más allá de cualquier vana palabra, no llore más. Daría la mitad de la vida que me queda si la mujer amada me correspondiera con una décima parte del amor que mi tía le profesa a mi tío. Daría todas las literaturas, todas las palabras que escribiré con poco sentido, que no tienen importancia. Daría más de la mitad de mis alientos, daría mi corazón en llamas que tiene ya poco peso.
El escritor y dramaturgo estadounidense Nick Flynn publicó ‘Otra noche de mierda en esta puta ciudad’. Carla Previsani recibe en 2019, el Premio Nacional de Literatura Aquileo J. Echevarría,en Costa Rica, por su novela ‘Mierda’. El escritor checo, Peter Sabach, publicó ‘La mierda arde’, en 2016. Los historiadores mexicanos Alfredo López Austin y Francisco Toledo, publicaron un estudio antropológico del excremento, titulado ‘Una vieja historia de la mierda’. La actriz y escritora colombiana publicó, en 2007, ‘Mierda, llegué a los 50’ (de ahí se podría derivar la maldición: ‘viejo de mierda’), y así podría incluir muchas obras más.
Las frases son incontables: a ninguno le huele su mierda sino la ajena, alabanza propia mierda segura, alábate mierda que el río te lleva, aprendiz de muchas ciencias maestro de mierda, buey de paja bestia de hierba y hombre de mucha palabra todo es mierda, caga el rey caga el Papa y en este mundo de mierda de cagar nadie se escapa, casa de piedra firme y duradera casa de tierra casa de mierda, cuesta abajo hasta la mierda corre, el día en que la mierda valga dinero los pobres nacerán sin culo, gaviota hacia tierra marinero a la mierda, no mierda sin pedo ni boda sin tamborilero, ojos que no ven mierda que pisas https://www.buscapalabra.com/refranes-y-dichos.
Incluso los famosos han recurrido a la expresión: he sido flaca, y es una puta mierda (Kate Winslet); fue un honor oír salir de la boca de Dre que le gustaba mi mierda. Mientras crecía, yo fui uno de sus mayores fans. Es el mejor productor de hip hop de la historia (Eminen); son muchos los que sostienen que no hay cosa más erótica que el poder. A mí me parece que no saben una mierda de erotismo (Joaquín Sabina), al final la mierda huele igual sea de príncipe o sirvienta (Ricardo Arjona); según la Biblia, dios ordenó a Abraham que sacrificase a su propio hijo. Lo lógico, lo natural o lo simplemente humano sería que Abraham hubiese mandado al señor a la mierda (José Saramago); los muertos son una mierda pues lo único que hacen es joderles la paciencia a los vivos (José Saramago). Fuente: https://citas.in/temas/mierda/?page=2
Mi conclusión es que esta es la más popular, versátil y utilizada de las palabras malditas. El diccionario de sinónimos presenta numerosas acepciones: excremento, deyección, defecación, deposición, excreción, evacuación, detrito, heces, caca, cagada, boñiga, suciedad, porquería, birria, bodrio, chapuza, petardo, castaña, borrachera, curda, tablón, y merluza.
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