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Carlos Ginocchio / La agricultura familiar y sus obstáculos (2)


En anterior columna expuse diez causas por las cuales, en mi opinión, no se ha producido un mayor crecimiento y desarrollo de la Agricultura Familiar (AF), como lo ha sido la agroexportación, por lo que procedo a sustentar cada uno de ellos.


• Carencia de información, inexacta, incompleta, o deficientemente interpretada. Según CENAGRO-2012, en el Perú se desenvuelven 2.2 millones de productores, y 1.2 millones de estos son agricultura de autoconsumo o subsistencia, con menos de 2 hectáreas. Desconocemos los ingresos de ellos, si proceden de algún trabajo dependiente, independiente, apoyo de familiares, u otro negocio, como podría ser una bodega. Podría ser - es una hipótesis – que estén más satisfechos con el ingreso de otra actividad, quizás hasta sustancialmente mayor que el potencial con el agro, y este no sea de su interés como negocio. En ese sentido, estaríamos hablando de políticas solo para 1.2 millones de productores agrarios, los que producen para algún mercado.


• Decisiones políticas antes que técnicas, cortoplacistas y no sostenibles, como son las condonaciones de deuda, las continuas descolmataciones del río Piura en vez de solucionar su salida al mar, los intentos de importación de urea en vez de financiar a las organizaciones agrarias para que lo hagan, o la compra de papa cuando el precio – que de por sí es bajo - sufre caídas mayores, en vez de enfrentar el problema con la selección del cultivo en las zonas productoras, racionalización de la producción, centros de acopio, transformación en productos terminados, entre otros.


• Inestabilidad en el Midagri y convocatoria a personal no especializado. Desde 2012 hasta 2022 hemos tenido 18 ministros de Agricultura. Siete ministros en los últimos 18 meses. No causa extrañeza encontrarnos con funcionarios sin experiencia ni capacidad en puestos claves. Adicionalmente, entre viceministros, directores, y jefaturas de programas y oficinas adscritas, hay más de 20 personas. ¿Se puede realizar una gestión eficiente con tamaña burocracia?


• Gremios fragmentados, con escasa representación. Son incontables las organizaciones agrarias en Perú: asociaciones, juntas, gremios, comunidades. Cada vez aparecen nuevas, y conflictos por los puestos directivos en muchas de las existentes. Algunas, sin inscripciones formales. En una misma organización hay diversidad de opiniones. Las soluciones que proponen son de corto plazo, y en la mayoría de los casos, para beneficiar a un pequeño grupo, incluso cuando alguno de sus representantes es nombrado en un cargo público.


• Atención no es transversal, encargada totalmente al Midagri. Común error en nuestro país encargar la mejora del agro únicamente al Midagri, la del transporte solo al MTC, la educación al Minedu, o la salud al Minsa, cuando se trata de implementar reformas que requieren de la participación de todos los ministerios, en conjunción con gobiernos regionales, locales, e instituciones privadas, para tener éxito.


• Desconocimiento y subestimación del Mercado. La mayoría de los teóricos, y en especial los de cierta ideología, minimizan la importancia de los mercados, como si la calidad de la producción – importante, por cierto – bastara, sin reflexionar de lo que demanda el público y en qué cantidades para evitar sobreofertas y menores precios. Son escasas las charlas o foros sobre el tema, e inmenso el desinterés para la implementación de tecnología y procesos que permitan a las organizaciones agrarias acercarse a los consumidores, reduciendo intermediarios.


• Programas de desarrollo no integrados. El Estado cuenta con instituciones y programas para financiar al pequeño productor, asociarlo, brindarle asistencia técnica, orientarlo a mercados, ofrecerle tecnología e información, y cada uno aislado de los demás, como de las acciones de cada Dirección General Agraria en los gobiernos regionales, y de la empresa privada.


• Líderes de opinión con visión limitada del sector, considerando única o prioritariamente la agroexportación. Por lo general cuando se habla del sector, la referencia inmediata es a esta y el éxito obtenido, notable, por cierto. La ley N°27360 de Promoción del sector Agrario (LPA), promulgada en 2001 - no discutimos sus bondades y efectos positivos - estaba orientada específicamente a la agroexportación.


• Revisión del proceso de regionalización en lo referente al sector agrario. Las Direcciones Generales Agrarias cuentan con escasos presupuestos. En algunos casos no cuentan con fondos ni siquiera para pagar los servicios de sus oficinas, y si hacemos un inventario de sus aportes, constataremos que estos han sido nulos o mínimos.


• Informalidad y clima social en el sector. El agro es, probablemente, el sector productivo de mayor informalidad en el país, por lo que le es más difícil acceder a temas como financiamiento (solo 4% de las colocaciones de las instituciones financieras supervisadas por la SBS), certificados de posesión en vez de títulos de propiedad, en muchos casos con litigios, y la SBS no cuenta con una tipología para el crédito agrario, lo que denota el escaso interés por el mismo.



NOTA: En mi anterior artículo registré que, en 2021, 22,772 productores accedían al crédito en el sistema financiero formal, por S/ 188.5 millones, y solo 18,921 eran medianos o pequeños. Error, debió decir en 2001, en vez de 2021.


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