En mis casi siete décadas he visto campeonar a la “U” en 26 oportunidades, y por supuesto celebrado en gran forma y brillante estilo, siempre con luz y sin esperar a Yuri o lo que sucede con el apagón: 17 han sido campeonatos nacionales, 7 Aperturas y 2 Clausuras. Ello, sin contar subcampeonatos: nueve nacionales, una Libertadores de América (1972), y dicho trofeo sudamericano en la categoría Sub-20, en 2010, en la que estuvieron jugadores que luego nos dieron numerosas alegrías, como Carlos Cáceda, Néstor Duarte, Álvaro Ampuero, Werner Schuler, Josimar Vargas, Ángel Romero, y muy especialmente Andy ‘la Joya’ Polo y Edison ‘Orejas’ Flores, hasta la actualidad.
Cuando aún usaba pantalón corto mis primeros alborozos fueron por el bicampeonato de 1966 y 1967, los dos primeros torneos descentralizados – participaba el Atlético Grau de Piura - , con quienes se han convertido en ídolos para la eternidad: Chumpitaz, José Fernández, Nicolás Fuentes, ‘Pelé’ Guzmán, el ‘Colorado’ Cruzado, Roberto Chale, el ‘loco’ Casaretto, ‘Kilo’ Lobatón, Ángel Uribe, Víctor Calatayud, Jaime Ruiz, Percy ‘Trucha’ Rojas, Tomás Iwasaki, ‘Ronco’ Rodríguez, ‘Zorro’ Alva, ‘Pantera’ Salinas, el ‘Príncipe’ La Fuente, y Eleazar Soria. Ese equipo derrotó en 48 horas, y en la misma Buenos Aires, a Racing y River Plate, y gracias a él y al ‘Niño Terrible’ – Roberto Chale con apenas 21 años – le perdimos el temor a los equipos argentinos. Un año después derrotaríamos 1 - 0 en Lima al Estudiantes de La Plata.
Eran épocas en que escuchábamos las transmisiones radiales con Óscar Artacho y Miguelito de los Reyes, en ‘Pregón Deportivo’ (fundado en 1948: ‘Pregón Deportivo, Radio Unión, la mejor combinación, directamente desde el estadio Nacional’), cuando se celebraban tres encuentros en el mismo estadio (preliminar, semi estelar y estelar), el gol era Gillette, el ‘corner’ cigarrillos Rumbo, y el jugador con el ‘8’, un entreala de enlace. Alcancé la época de los goalkeeper, back, half, y centro foward, y cuando goleábamos a los bolivianos (5-1 al Jorge Wilsterman y 3 - 0 a Always Ready en el verano de 1968).
El título de 1969 fue significativo pues, hasta ese momento campeonábamos todos los años culminados en ‘9’. Lo hicimos en 1929, 1939, 1949, y 1959, se quebró la magia en 1979 y 1989 (aún Harry Potter no desplazaba a Merlín), y retornaría en 1999 y 2009. El galardón de 1971 fue notable porque, en mi opinión, sería el mejor equipo entre los que he apreciado: Ballesteros, Gonzáles, La Fuente, Cuéllar, Chumpitaz, Ternero, Soria, ‘Cachorro’ Castañeda, el uruguayo Jurado, Lucho Cruzado, Félix Salinas, el ‘Jet’ Muñante, Percy Rojas, Juan Carlos Oblitas, ‘Cachito’ Ramírez, el ‘Atómico’ Bailetti, Ángel Uribe, ‘Pinocho’ Urrunaga, Percy Vílchez, J.J. Oré, el ‘Zorro’ Alva, y un malabarista excepcional con la pelota que, por su irregular vida, no llegó a más: ‘Piticlín’ Palacios. En 1972 llegaría Rubén Techera y alcanzamos la final de la Copa Libertadores de América. ¿A quién dejar en la banca? Un problema para el uruguayo Roberto Scarone, cuyas cenizas están en el estadio Lolo Fernández.
En 1974 campeonamos con Lucho Rubiños (el arquero del Mundial 1970), César Peralta – con quien trabajé en el Banco Continental entre 1985 y 1988 – el ‘Panadero’ Díaz y el ‘Loco’ Carbonell. El título de 1982 tendría como estrellas a Germán Leguía de ADN crema, y refuerzos del Unión Huaral, Eduardo Rey Muñoz, y José Cañamero. En 1985 lo conseguimos con uno de los goleadores históricos, el piurano Fidel Suárez (temporadas 1985-1989), quien con 87 goles ocupa el séptimo lugar. Lo acompañaron el ‘Diablo’ Drago, Freddy Ternero, Ramón ‘Loco’ Quiroga, Javier Chirinos, Lucho Reyna, y Oblitas, que había retornado del extranjero, y aunque muchos lo identifiquen con el Sporting Cristal, es también de ADN merengue. En marzo de 1986, será Inolvidable cuando le ‘volteamos’ el encuentro 3-2 al clásico rival, tras estar perdiendo 2-0 en el primer tiempo
El torneo de 1987 lo logramos con una nueva generación de jugadores con ácido desoxirribonucleico de la “U”: el ‘Puma’ Carranza, ‘Chemo’ del Solar, Roberto Martínez, ‘Puchungo’ Yáñez, Javier Chirinos, Samuel Eugenio, y ‘Balán’ González. Ellos dejaron su marca en la historia ‘crema’.
En la última década del siglo XX fuimos el equipo más galardonado. Campeonamos en 1990, 1992, 1993, 1998, 1999, y, 2000. Seis de diez torneos, dos bicampeonatos – sumados a los de 1945-46, 1959-60, 1966-67 – y el primer tricampeonato. En esa década, Alianza Lima solo logró el título en 1997, tras 19 años de sequía, dato relevante para quienes nos sacan en cara la sequía de una década. Ese período tuvimos jugadores de la talla de Alfonso Dulanto, Juan Carlos Letelier, José Carranza, Roberto Martínez, el ‘León’ Rodríguez, Tomás ‘Ratón’ Silva, Zubzuck, ‘Puchungo’ Yáñez, el ‘Cenizo’ Nunes, el ‘Cabezón’ Reynoso – actual entrenador de la selección peruana – Ronald Baroni, Paolo Maldonado, Eduardo Esidio (su marca de 37 goles en la temporada 2000, solo sería superada en 2018 por Emanuel Herrera con 40 tantos), la ‘Foca’ Farfán, ‘Cuto Guadalupe’, Falaschi, Jean Ferrari (actual presidente crema), Mauro Cantoro, el ‘Chino’ Pereda – campeón de dos Copa Libertadores y una Intercontinental con Boca Juniors -, ‘Cheta’ Domínguez, Piero ‘Zorrito’ Alva (noveno goleador histórico con 76 goles), Gustavo Grondona, Paco Bazán, Goyo Bernales, ‘Chemo’ del Solar, y Giuliano Portilla, la mayoría de corazón, pulmones, y vísceras cremas.
El campeonato de 1999 nos permitió definir con los ‘íntimos’ y dar la vuelta olímpica en Matute (ganamos 3-0 en el Monumental y caímos 1-0 en el Alejandro Villanueva). Mención especial merece el golero argentino, nacionalizado peruano, Óscar Ibáñez, quien festejó el título en Matute trepado en uno de los arcos, y había sido en 1998 gestor importante en la definición por penales con Sporting Cristal). Ibáñez es el futbolista más laureado de los tiempos modernos en el país, pues además fue campeón de la Copa Sudamericana y Recopa, con Cienciano del Cuzco.
Vale rememorar el subcampeonato de 1995, cuando derrotamos 1 - 0 en la definición al Alianza Lima, en el Estadio Nacional, con gol de Roberto Martínez, como el título del torneo Apertura en 2002, ‘contra todo y contra todos’, dirigidos por Ángel Cappa, quien en 2022 tuvo una expresión hoy más vigente que nunca: “aprendí que la ‘U’ es mucho más importante que sus problemas. Si eso se decía hace 20 años es porque siempre ha tenido problemas y siempre los ha superado”. Y, en esta celebración no puedo dejar de lado a entrenadores históricos y que se ganaron el elogio del ‘pueblo merengue’: el maestro del tricampeonato, Roberto Chale, don Roberto Scarone, Juan Eduardo Hohberg, Juan Carlos Oblitas, Sergio Markarián, Ricardo Gareca, Juan Reynoso, y el Goyo Pérez. ¡Qué nostalgia!, con ellos se fueron los tiempos en que teníamos presidentes – y no administradores temporales - que aportaban al club sin cobrar, como Andrés Echevarría, Eduardo Astengo, Plácido Galindo, Rafael Quirós, Cecil Griffiths, Miguel Pellny, y Jorge Nicolini, modelos de comportamiento
El título de 2009 fue sensacional. Derrotamos en los play-off al Alianza Lima en su estadio y en el Monumental, donde dimos la vuelta olímpica. Otros serían los héroes, muchos hoy conocidos: Nolberto Solano (a su retorno del Newcastle de Inglaterra), el ‘Negro’ Galván y Rainer Torres – símbolos de la ‘Garra’ – Raúl ‘Superman’ Fernández, quien le atajó de todo a los íntimos, Raúl Ruidíaz (décimo goleador histórico con 74 goles) totalmente identificado con la “U”, y a quien esperamos para el Centenario, Toñito González, Fito Espinoza, Miguel Ángel Torres, Galliquio, el ‘Zorrito’ Alva Labarthe, Orejuela, y Néstor Duarte.
La número ‘26’ fue dramática. En el torneo regular alcanzamos el segundo puesto a 4 puntos del Real Garcilaso, y en la Liguilla ‘B’, el primero, por lo que tuvimos que definir con el equipo cuzqueño en tres encuentros. Caímos en Cuzco 3-2, los derrotamos 3-0 en Lima, y campeonamos por penales 5-4 en Huancayo, donde el héroe fue nuestro actual arquero, José Carvallo. Partido digno de un filme de Alfred Hitchcock por el suspenso para concretarlo. Sudamos más que en Piura a medio día. En ese torneo tuvimos a ‘Canchita’ González, Diego Guastavino, Miguel Ximénez, Mauricio López, Roberto Siucho, Rafael Guarderas, Edwin Gómez, y también Raúl Ruidíaz, quien sería el ‘pichichi’ del torneo con 21 anotaciones.
Hoy celebramos la 27 cuando muy pocos creímos en ella, desde los tres partidos continuos que perdimos al inicio del campeonato con Carlos Compagnucci como director técnico, a quien no debemos restarle méritos en la elección de los jugadores, ya que reemplazó al anterior equipo, y con él llegaron Marco Saravia, Williams Riveros, Horacio Calcaterra, Matías Di Benedetto, José Bolívar, Rodrigo Ureña, Martín Pérez Guedes, Emanuel Herrera, y Daniel Rivera. Después, lo haría el ‘Oreja’ Flores, y retornaría Alex Valera. Andy Polo, Aldo Corzo, Jorge Murrugarra, Nelson Cabanillas, y el mejor jugador del campeonato – Piero Quispe – estaban ya en el club; sin embargo, fue el entrenador uruguayo Jorge Fossati quien le cambió el rostro a la “U” en lo que se refiere a esquema, motivación, y calma. Viejo zorro, acostumbrado a campeonar en Uruguay, Ecuador, Catar, y Paraguay, me hizo recordar a Didí y Marcos Calderón en su relación con los jugadores. Un líder y estratega sereno, educado y, alentador, que supo encontrar y mantener la fórmula ganadora, y que ha devuelto la ilusión a la hinchada, manteniéndose invicto en el estadio Monumental y rompiendo récords de asistencia con estadio lleno como no se acostumbraba en décadas. Un mago que sacó de la galera el título que hoy aplaudimos, y que nos coloca como el equipo peruano más copero.
Se viene la Copa Libertadores, renovación de jugadores y contratación en los puestos que Fossati recomiende, pero en esta marea de celebraciones – aún con la ‘mala leche’ del Alianza Lima apangando las luces del estadio para evitar la celebración, y consiguiendo únicamente aumentar su vergüenza – hay como en la novela de Alejandro Dumas – ‘Los tres mosqueteros’, que en realidad fueron cuatro – la misma cantidad en nuestro equipo campeón.
Con el tiempo jugadores como Piero Quispe y, algunos de sus actuales compañeros, es probable se conviertan en leyendas de la “U”, pero hay cuatro que ya lo son, y la hinchada debe brindarles un reconocimiento especial pues tienen esqueleto, huesos, músculos, sangre, y ADN crema: José Carvallo, formado en nuestras divisiones inferiores, 13 temporadas en la institución, capitán en su momento, que hoy se retira con lágrimas que lo honran; Aldo Corzo, con 7 temporadas, que deja la piel en el equipo y la selección, el capitán en la definición del título; Andy Polo, formado también en nuestras divisiones inferiores, campeón Copa Libertadores Sub-20, seis temporadas en el primer equipo, y el más querido de todos los jugadores peruanos: Edison, el ‘Orejas’ Flores, también hechura crema y de Héctor Chumpitaz, campeón Copa Libertadores Sub-20, y clave en el título de 2023, como en la clasificación de la selección peruana para Rusia 2018 y el quinto lugar para Catar 2022.
A ellos los hemos criticado en distintas oportunidades, pero no tengamos duda que han dejado la vida por nuestros colores, y lo seguirán haciendo mientras se encuentren en el equipo. Honor, gloria, y nuestro tributo a estos modernos mosqueteros. Nos vemos en el Centenario.
PD: la mejor sanción al Alianza Lima sería obligarlo que en Matute, y en presencia de sus dirigentes y los nuestros, el equipo ‘crema’ dé la vuelta olímpica, y el trofeo se lo entregue a Corzo, uno de los dirigentes del Fondo Blanquiazul.
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