El deporte es la actividad que más une a un pueblo, lo que en el Perú no logramos entender. La realización de los Panamericanos y el éxito obtenido por nuestros deportistas, independiente a la discusión sobre la utilización de fondos para organizarlos, integró al país tras nuestros representantes, como también generó inmensas alegrías la clasificación al Mundial de Rusia 2018.
Como Emilio Laferranderie, ‘El Veco’, son dos los deportes que más he seguido: el fútbol y el box. Extraño publicaciones como ‘El Gráfico’ argentino, columnas periodísticas como las de Manuel Doria, programas radiales y televisivos como ‘Pregón deportivo’ y ‘Ovación’ de Oscar Artacho y Miguelito de los Reyes, ‘Gigante deportivo’ de ‘Pocho’ Rospigliosi, y comentaristas de la talla de El Veco, quienes aún con algunas exageraciones, no cometían los excesos verbales, gritos desaforados, y atropellos al lenguaje de nuestros actuales periodistas deportivos, ni la adulación parcializada de Fox Sport a todo lo que provenga de Argentina.
Las redes sociales se ocupan continuamente del fútbol, produciéndose polémicas sobre quien fue mejor, si Pelé o Maradona, y actualmente, si Messi o Cristiano Ronaldo. También, publicando ranking de los mejores futbolistas según cada equipo, país o época, muchas veces con opiniones apasionadas y hasta con invectivas. En tal sentido, propongo usemos la teoría del espacio-tiempo histórico para calificar a las probables ‘estrellas’.
Hay jugadores que trascienden el debate en términos de tiempo, es decir continúan vigentes aún tras su retiro o fallecimiento, y que son referidos por aficionados de diferentes nacionalidades (espacio). Diría que son tres: Pelé, Maradona, y Cruyff, y eventualmente, Di Stefano. Con menores decibeles, se le otorga reconocimiento al alemán Beckenbauer, el francés Zidane, el español Iniesta, el ruso Yashin, y los brasileros Garrincha, Ronaldo, Ronaldinho, Cafú, y Romario.
Otros jugadores que trascienden solo el tiempo, únicamente en sus países, son el portugués Eusebio, los españoles Puyol, Hierro, Raúl, y Butragueño, el irlandés Best, el húngaro Puskas (muy reconocido en su nación), los franceses Fontaine (el mayor goleador en un Mundial) y Kopa, los alemanes Beckenbauer y Gerd Muller, los ingleses Bobby Moore y Bobby Charlton, los italianos Dino Zoff y Paolo Rossi, el uruguayo Obdulio Varela, los brasileros Didí, Rivelino, Jairzinho, Tostao, y Cafú, por mencionar algunos.
En Sudamérica, también podríamos mencionar los chilenos Elías Figueroa y Caszely, los argentinos Pasarella, Artime, Kempes, los colombianos Valderrama, Higuita y Asprilla, los uruguayos Forlán, Gighia, Cubilla, Francescoli, Castro, y Scarone, el ecuatoriano Spencer.
Lamentablemente, la historia del fútbol se detiene en las últimas dos décadas, y soslaya a grandes jugadores de cuyas actuaciones conocemos por las crónicas, y hoy son escasos los aficionados que los han observado en acción, transcurridas más de cinco décadas de su figuración. Mencionaré el brasilero Leonidas, los argentinos Sivori, Stabile, Pastoriza, Gatti, Carrizo, y Rattin, los italianos Ascari, Meazza, Orsi y Gianni Rivera, ‘el bambino de oro’, los húngaros Kocsis, Czibor y Albert, el paraguayo Erico, y los alemanes Overath, Rumennigge y Fritz Walter, y algunos de los anteriormente mencionados. Si hablara del Perú, aunque con escaso eco internacional, solo mencionaría a Lolo Fernández, Alejandro Villanueva, Valeriano López, Juan Joya, Héctor Chumpitaz, Teófilo Cubillas, el ‘Conejo’ Benítez, Juan Seminario, Miguel Loayza, y Hugo Sotil.
Con seguridad olvido nombres, pero es mi intención exponer que cualquier clasificación siempre será incompleta, y aunque se presenten argumentos que el fútbol del pasado era diferente y con menor actividad física, estos no son válidos, pues las condiciones y reglas eran similares para todos los competidores. Validarlos implicaría que transcurridas tres décadas, no se valoren a crack como Messi, Cristiano, Ramos, Lewandowski o Mbappe, a los que no incluyo por encontrase aún vigentes, aunque reconozco su genialidad. Hoy, pareciera existir un predicamento para contradecir al vate Jorge Manrique y su ‘cualquier tiempo pasado fue mejor’. Al contrario, los enemigos de la Memoria pretenden reemplazar el pasado, como si no hubiera existido, por las supuestas o reales fortalezas del presente, sorteando que cada época tuvo su propia realidad, y con el riesgo de cumplir la frase ‘el pueblo que desconoce su historia, está condenado a repetirla’, y agregaría a fracasar.
Por ello, las controversias en las redes sociales jamás expresarán las percepciones de cada ciudadano, según su nacionalidad y época, y menos aún en un deporte con tanta acogida en el planeta, y en el cual todos tenemos un espíritu de director técnico. El tan mencionado ‘espacio-tiempo histórico’.
Para quienes compartan mi afición al box, mencionaría a Cassius Clay, Joe Louis, Rocky Marciano, ‘Sugar’ Ray Robinson, ‘Sugar’ Ray Leonard, Jack La Motta, Carlos Monzón, Alexis Arguelles, ‘Mano de Piedra’ Durán, y entre nuestros créditos más cercanos de Sudamérica, a ‘Ringo’ Bonavena, Alexis Arguello, y ‘Pipino’ Cuevas, por supuesto respetando todas las opiniones.
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