Piura fue la primera ciudad fundada por los españoles en América del Sur por Francisco Pizarro, el 15 de agosto de 1532. Considerada una “ciudad volante”, cambió de ubicación en cuatro oportunidades, hasta la actual, en 1587. Situada en la costa norte peruana, próxima a la línea ecuatorial, a unos 4º 4´ 50" por debajo de ésta, y entre las longitudes 80º 29´ 30" O y 81º 19´ 36" O, tiene un clima cálido durante todo el año. La temperatura promedio es de 26 °C, aunque puede alcanzar los 40 C con una mínima de 15 C; sin embargo, su sierra tiene un clima húmedo templado con un promedio anual de 15 C.
Es la segunda región más poblada del país con 1.8 millones de habitantes. Cuenta con un importante potencial en los sectores del turismo -por sus playas y ciudadela pre inca-, pesca, minería e hidrocarburos, y la sexta región más industrializada del Perú. Su gastronomía es la más apreciada y variada del país, y posee un importante potencial agropecuario, donde se desenvuelve 35% de su PEA. Reconocida por el algodón Pima, hoy lo es, también, por la uva Red Globe, y los cultivos de limón, palta, mango, cacao, banano orgánico, arroz, y café, entre otros.
“Verdes, mis algarrobos verdes” es la letra de una emblemática canción compuesta por Rafael Otero y que, con el poema de José Ramón de Dolarea, “arenas blancas, algarrobos verdes”, constituyen un himno a la “piuranidad”; a estos, se agrega un tercer color: el rojo de la uva Red Globe, el emprendimiento agro empresarial más importante de las últimas décadas.
En 2001, el Perú producía 127,516 TM de uva, en 11,749 ha, focalizadas principalmente en la región Ica, representando apenas 0.2% de la producción mundial, donde el liderazgo lo tenían Italia (15%), Francia (12%), España (10%) y EEUU (10%). Los principales exportadores eran Italia, EE.UU, Chile, Sudáfrica y Grecia. Nuestro país no figuraba siquiera entre los veinte primeros.
En 2012, el Perú pasó a producir 361,870 TM, con 20,536 ha cultivadas y, el volumen de exportaciones fue de 288,728 TM, representando 6% del comercio mundial del producto. Ica ya no era la única estrella. En el firmamento nacional, Piura había crecido desde 47 ha en 2008 hasta 3,517 ha en 2012, con una producción de 65,597 TM (18% del total nacional), destinada casi totalmente a la exportación (36,136 TM), con un valor FOB de US$ 113 millones. Ello, representó un crecimiento para la región norteña de 144% y, es importante mencionar que la inversión por hectárea supera los USD$10,000, de los cuales la mitad se destina a mano de obra, por lo que en Piura, el mercado laboral de jornales por la uva Red Globe, es mayor a USD$20 millones.
Hasta 2002, Piura apenas tenía 15 Has. de uva, iniciando su despegue en 2009 con 593 Has. En los últimos años, fue la región con mayor crecimiento en la producción de uva de mesa y, con el mayor rendimiento, pues desde 2010 produce 25,571 Kg/ha, en relación a los 19,523 Kg de Ica y, los 15,784 Kg de Lima. Es tan buena la calidad de la uva piurana, que recibe el mayor precio por kilo en chacra. Hoy, Piura es el tercer productor de uva en el país y, se proyecta a convertirse en el primero en la próxima década.
¿Cómo comienza esta historia? Tiene dos hitos, uno experimental hace más de cincuenta años y, el segundo, más concluyente, en 2002, en H-1138 Váci Ut, la residencia de la embajada peruana en Hungría, donde desempeñaba el cargo de embajador, don Guillermo Russo Checa, diplomático de carrera, de aspecto pausado pero con gran dinamismo, proveniente de una familia representativa de Piura, con aportes importantes, como fueron el Canal Miguel Checa y la Casa Sojo.
Russo conocía que en los años 60’, en “El Yucal”, un sector de la hacienda Mallares, propiedad de la familia Romero, se cultivaron aproximadamente 12 ha de una uva, de la variedad Albilla para vino e Italia, para mesa, las que se cosechaban en el verano norteño y eran utilizadas para un pisco (Mallares) y un vino de primerísima calidad, estando a cargo de un especialista alemán llamado Hans Kefler, emprendimiento que fue abortado con la desastrosa reforma agraria de los 70’. El embajador sabía que la uva de mesa era originaria de Europa, específicamente de la región del Mar Caspio e, investigador acucioso y, pertinaz promotor de inversiones, detectó que Santo Tomás, en Hungría, con una superficie similar a Madre de Dios, tenía 125,000 Has. sembradas de uva, las que posteriormente redujo para cumplir con las exigencias de ingreso a la Unión Europea. En ese entorno, Russo reflexionaba sobre las posibilidades del agro piurano a través de un cultivo de elevada demanda y precio internacional.
A miles de kilómetros, en la Urbanización Miraflores, en el Campus de la Universidad Nacional de Piura – UNP, su Rector y biólogo de profesión, Dr. Edwin Vegas Gallo, discernía cómo traducir en acciones que contribuyeran con Piura, los múltiples estudios que había realizado sobre desarrollo sostenible, impacto ambiental, y humedales sostenibles. En 2002, Russo invitó a Edwin Vegas a Hungría, para apreciar el tema agrícola, y el académico acudió solícito, pese a encontrarse delicado de salud. Luego, en 2003, presentar la ponencia “Estado actual y estrategia para la conservación de la biodiversidad en la Macro Región Norte del Perú”, en la SzentIstán University de Budapest. El embajador y el Rector, entre palinka y gulash, coincidieron en la importancia de trabajar estrategias y acciones tácticas conjuntas en beneficio de lo que ambos llamaban la “Santa Tierra”. ¡Guá, paisano!
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