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Armando Pillado / Piazzola favorito

Foto del escritor: Análisis EfectivoAnálisis Efectivo

No lo dejaron acompañar a Gardel a sus 14 años a la gira colombiana en la que se estrelló el avión del famoso cantante mítico argentino y su orquesta entera en Medellín 1935. Piazzola en una carta imaginaria a Gardel escrita en 1978 le dice al final "Charlie, ¡me salvé! En vez de tocar el bandoneón estaría tocando el arpa".


Piazzola nació en Mar del Plata en marzo de 1911 y vivió de niño y joven en NYork, donde su padre, italiano, le regaló a sus seis años un bandonéon. Gardel lo conoció en Manhattan en 1934, a sus 23 años, y Astor lo llevaba de compras. Le ofreció participar en la película 'El día que me quieras' como canillita, vendiendo diarios. Piazzola le enseñó cómo tocaba el bandoneón, y éste le dijo que el tango "lo tocás como un gallego". Luego lo animó y le aseguró que cuando lo entendiera no lo iba a dejar. NUNCA lo dejó.


La vida de Piazzola es fácil conocerla, accesible en varios sitios web y textos muchos. Hasta su muerte en 1992, a sus 71 años, fue distinguido con múltiples reconocimientos, entre los últimos más conocidos el título de 'Ciudadano Ilustre de Buenos Aires' en 1985. Ese mismo año recibió el Premio Konex de Platino como el mejor músico de tango de vanguardia de la historia en Argentina.


En 1987 grabó en vivo en el Central Park junto a la Orquesta de Lalo Schifrin sus obras recientes, otra con los grupos Kronos Quartet y Gary Burton, entre otros. Luego de presentaciones en Europa, en agosto de 1990 en París sufrió un infarto cerebral del que no se recuperó, muriendo dos años después en BsAires el 4 de julio de 1992, a los 71 años. Fue enterrado en la localidad de Pilar. Hace pocos días se conmemoraron sus 100 años de nacido en un gran evento en el Teatro Colón de Buenos Aires.


"En sus últimos diez años escribió más de 300 tangos y unas cincuenta bandas musicales de películas, entre las cuales se encuentran: Henry IV de Marco Bellocchio, Lumière de Jeanne Moreau, Armaguedon de Alain Delon, Sur, El exilio de Gardel de Fernando Solanas. En febrero de 1993, Piazzolla fue nominado de manera póstuma para los Premios Grammy 1992 en Los Ángeles por Oblivion en la categoría Mejor Composición Instrumental".


Piazzola es estudiado e interpretado decenas de miles de veces por centenas de orquestas y grupos conocidos en todos los países. Acá van los links de las que son para mí sus tres composiciones más bellas: Adiós Nonino, Oblivion y Libertango, ésta última en dos versiones: la poética, con la potente letra de Horacio Ferrer recitada por el dúo Espejos de Tango, y la estridente a lo grande con cajón peruano y guitarra flamenca en Berlin, por la orquesta filarmónica de esa ciudad.


De postre, la letra de Horacio Ferrer con la mejor definición de libertad personal que he encontrado: "Mi libertad se ofende si soy feliz con miedo. Mi libertad me insiste con lo que no me atrevo. Mi libertad me quiere con lo que llevo puesto. Mi libertad no cuenta los años que yo tengo, pastora inclaudicable de mis eternos sueños". Inigualable en música y letra.



Libertango

Horacio Ferrer


Mi libertad me ama y todo el ser le entrego.

Mi libertad destranca la cárcel de mis huesos.

Mi libertad se ofende si soy feliz con miedo.

Mi libertad desnuda me hace el amor perfecto.

Mi libertad me insiste con lo que no me atrevo.

Mi libertad me quiere con lo que llevo puesto.

Mi libertad me absuelve si alguna vez la pierdo

por cosas de la vida que a comprender no acierto.

Mi libertad no cuenta los años que yo tengo,

pastora inclaudicable de mis eternos sueños.

Mi libertad me deja y soy un pobre espectro,

mi libertad me llama y en trajes de alas vuelvo.

Mi libertad comprende que yo me sienta preso

de los errores míos sin arrepentimiento.

Mi libertad quisieran el astro sin asueto

y el átomo cautivo, ser libre ¡qué misterio!

Ser libre. Ya en su vientre mi madre me decía

“ser libre no se compra ni es dádiva o favor”.

Yo vivo del hermoso secreto de esta orgía:

si polvo fui y al polvo iré, soy polvo de alegría

y en leche de alma preño mi libertad en flor.

De niño la adoré, deseándola crecí,

mi libertad, mujer de tiempo y luz,

la quiero hasta el dolor y hasta la soledad.

Mi libertad me sueña con mis amados muertos,

mi libertad adora a los que en vida quiero.

Mi libertad me dice, de cuando en vez, por dentro,

que somos tan felices como deseamos serlo.

Mi libertad conoce al que mató y al cuervo

que ahoga y atormenta la libertad del bueno.

Mi libertad se infarta de hipócritas y necios,

mi libertad trasnocha con santos y bohemios.

Mi libertad es tango de par en par abierto

y es blues y es cueca y choro, danzón y romancero.

Mi libertad es tango, juglar de pueblo en pueblo,

y es murga y sinfonía y es coro en blanco y negro

Mi libertad es tango que baila en diez mil puertos

y es rock, malambo y salmo y es ópera y flamenco.

Mi libertango es libre, poeta y callejero,

tan viejo como el mundo, tan simple como un credo.

De niño la adoré, deseándola crecí,

mi libertad, mujer de tiempo y luz,

la quiero hasta el dolor y hasta la soledad.


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