
Las subidas de tasas del BCR sigue secando la economía
El Banco Mundial (BM), en su informe de junio 2022, de Perspectivas económicas mundiales, en línea con el desplome de la economía mundial, ha recortado su pronóstico de crecimiento del producto bruto interno (PBI) para Perú a 3.1% para este año y para el 2023 proyecta un PBI de apenas 2.9%. El Banco Central de Reserva del Perú (BCR), hizo lo propio en su reporte de este mes. Proyecta para este año un reducido PBI de 3.1%, lo que supone 3 décimas menos de sus proyecciones presentadas en marzo pasado. Entre tanto, la CEPAL (junio 2022) sitúa en un 2.5% de crecimiento para este año. Para muchos analistas estas cifras son muy optimistas, podrían ser peores y quizás estemos en el inicio de una dura recesión que puede ser dolorosa y prolongada para la mayoría de peruanos.
El presidente del Grupo BM, David Malpass, advirtió hace poco: “el crecimiento de la economía mundial estaba paralizándose y el riesgo de estanflación, un periodo de estancamiento económico con aumento de desempleo e inflación elevada, era muy factible, y sería potencialmente muy duro para aquellos países con ingresos medios y bajos”. Como dijimos en un artículo anterior (abril, 2022), la estanflación ocurre cuando el crecimiento económico experimenta una desaceleración significativa, pero a pesar de ello, persiste alta inflación.
La última vez que el mundo atravesó un periodo semejante, fue durante la crisis del petróleo en la década de los años 70, cuando los altos precios del crudo provocaron una elevada inflación en todo el mundo y una recesión en los países que importaban grandes volúmenes de ese producto, principalmente de Oriente Medio. Aquel momento marcó, el inicio de la llamada década perdida (1980 -1990) en muchas economías. Los patrones que iniciaron la estanflación en 1970, aparecen hoy con más virulencia: desaceleración económica, altas tasas de interés, inflación galopante y aumento de la deuda pública.
BCR sube otra vez el precio del dinero
El directorio del Banco Central de Reserva de Perú (BCR), nuevamente, este mes ha subido el precio del dinero (tasa de interés de referencia) en 0.50% (50 puntos básicos), hasta el 5.5%. Son diez meses de subidas continuas de tasas, y no ha servido para frenar los precios, excepto, secar la economía cada vez más. El argumento que esgrime el banco para tomar esa decisión, ha sido el aumento de la inflación anual a 8.09% (cifra oficial) en mayo último. Insinúa en su reciente comunicado, que seguiría con su estrategia agresiva de subida de tasas en los próximos meses. En decir, quien se endeuda desde este mes pagará más, y quienes ya están endeudados, pagarán también más si sus tasas son varíales (los hipotecados, sobre todo).
El BCR está agotado de ideas para actuar sobre la oferta. La reducción del pulso de la demanda agregada es el único recurso que tiene en sus manos para atajar los riesgos de que la inflación siga su racha alcista. Ni la inflación responde a los mismos factores, ni las economías son iguales. Esto no lo entienden. Combinar soluciones acordes con la realidad actual del país, puede dar otros resultados. Con su obsesivo empeño de subir tasas, está secando la economía peruana. Tasas altas de interés reducen la demanda agregada principalmente porque inciden recortando la inversión. Frena la actividad económica, porque reduce las oportunidades de inversión afectando negativamente el mercado laboral.
La política económica, incluida la monetaria, deben estar orientadas a resolver problemas concretos. Veamos algunos de esos problemas que demandan respuestas urgentes que los decisores de macroeconomía, hacen de la vista gorda:
Algunos rasgos de escenario actual
Las cifras oficiales más recientes del mercado laboral a nivel nacional, publicadas por el INEI (junio 2022), revelan que la población subempleada (trabajadores con empleo inadecuado, con salarios menores al ingreso mínimo referencial o porque el número de horas trabajadas es menor al de una jornada laboral de 35 horas) asciende a 8,284,000 (44.5% de la PEA) habiendo un desempleo abierto de 1,106,000 (6.0%). Hay 6,909,000 (27.1%) peruanos mayores de 14 años que no trabajan (No PEA). Según la misma fuente el empleo informal asciende a 76.8%. Estos son, entre otros, los principales problemas estructurales del país, que causa, pobreza, hambre y desigualdad a millones de peruanos.
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