La meta del 3% de inflación del BCRP es arbitraria
El Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) está empeñado en que la inflación vuelva a su meta del 3%. Si bien el 3% puede considerarse una especie de "punto óptimo" para la inflación, ni tan alto que las empresas y hogares tengan dificultades para hacerle frente, ni tan bajo que enfrié o sofoqué la actividad económica del país, no obstante, dicha tasa es arbitraria y tiene efectos perversos para la economía y el empleo. Veamos.
Algunos antecedentes
Antes de la década de 1990, los bancos centrales no tenían un objetivo de inflación numérico establecido a-priori. Por ejemplo, para el Banco Central de los EE.UU. (FED, por siglas en ingles), el objetivo fue durante mucho tiempo la estabilidad de precios, junto con un bajo desempleo. Cuando la FED luchó contra el gran episodio de inflación a fines de los años 70 y 80, elevando su tasa de referencia más del 19%, no tenía un objetivo de inflación numérico declarado públicamente.
El régimen de “metas de inflación” ampliamente adoptado por los bancos centrales de occidente se originó en Nueva Zelanda (1989) que atravesaba por un periodo de alta inflación. Sorprendentemente, tal decisión no fue fruto de ningún estudio académico o de investigación previo, sino, como dicen sus críticos surgió de la “casualidad”. A partir de entonces los bancos centrales se sumaron a la corriente de fijar metas de inflación con honrosas excepciones como el caso del Banco Popular de China.
A pesar de las alarmantes tasas de desempleo y subempleo existentes principalmente en los países en vías de desarrollo, muchos bancos centrales no consideran la creación de empleo parte de su mandato. Es decir, la política monetaria en curso se limita a restringir la inflación a cifras de un dígito bajo. Actualmente, las autoridades monetarias están obsesionadas con la inflación y para alcanzar su meta prevista (hasta ahora sin lograrlo) han subido las tasas de política monetaria a nivel inusuales a costa de otros indicadores económicos como el empleo y el crecimiento económico. Pregunto: ¿Es posible apagar la inflación sin afectar el mercado laboral? ¿Necesitamos una recesión económica para bajar la inflación?
El BCRP y su meta
Como era de esperar, el BCRP se ha sumado al esquema de metas explícitas de inflación desde el año 2002. Bajo este nuevo esquema, el banco contempla un rango entre 1% y 3%, para la tasa de inflación, medida como la variación porcentual del Índice de Precios al Consumidor de Lima Metropolitana (IPC) anual y calculada por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). Si la inflación se sitúa por encima de la meta, el banco puede elevar su tasa de política monetaria a corto plazo y también influir en las tasas a más largo plazo para que a los hogares y a las empresas les sea más caro endeudarse. El mayor costo del crédito significa que a la gente le resulta más oneroso gastar. Esto reduce la demanda y, por ende, crece menos la inflación y descienden las expectativas de aumento de precios.
La meta de inflación es arbitraria
La evidencia empírica sugiere que la meta de inflación del 2% o 3% o como actualmente tiene Brasil del 4.75% es, de hecho, arbitraria. Brigitte Granville, profesora de Economía Internacional en la Universidad Queen Mary de Londres, en una reciente entrevista (julio 2023) hace referencia a su libro “Recordando la Inflación “(2013), donde menciona entre otras cosas, que las variaciones en la tasa de inflación en torno del 5% no tienen ningún efecto material, ni positivo ni negativo, en las tasas de crecimiento económico real, especialmente si la tasa de inflación no es muy volátil. Desde entonces, no hay ninguna nueva investigación que arroje dudas sobre esta conclusión, añade.
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