
Posible respuesta: Política monetaria expansiva. Todos coinciden en que ante una crisis inédita y global es necesaria una respuesta extraordinaria y conjunta. Los bancos centrales del Grupo de los 7 (G7) incluido Suiza entraron en acción: El Banco Central de los Estados Unidos (FED, por sus siglas en inglés), en un hecho sin precedentes redujo por sorpresa su tasa de interés referencial (precio del dólar) a 0% después de que lo redujera al 1% apenas unos días antes. El resto de los bancos centrales adoptaron decisiones similares. El Banco Central Europeo (BCE) redujo su tasa a 0%, Japón a – 0.10%, Inglaterra a 0.10%, Canadá a 0.75% y el Banco Nacional de Suiza a -0.75%. Por su parte, el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) se sumó a esta corriente y redujo su tasa de referencia de política monetaria a 1.25%. No cabe duda, de que la liquidez adicional proporcionada con una rebaja del precio del dinero, puede ayudar a las empresas con problemas de caja a mantenerse a flote al menos por un tiempo, pero si las causas de esos problemas no cambian, es decir, se mantiene el shock o crisis de oferta negativa, ese aumento de liquidez puede acabar provocando un aumento de deudas impagables o más morosidad.
Nuevamente, los bancos centrales, al viejo estilo, se decantaron por la política monetarias archiconocida. Sin embargo, en opinión de analistas financieros, la respuesta de los bancos, no es suficiente, para compensar el costo de las medidas restrictivas adoptadas por los gobiernos. Tampoco ha conseguido, detener la volatilidad de los mercados financieros, incluida la Bolsa de Lima. Claramente, su eficacia como un factor reactivador de la economía en recesión será muy limitada en el mejor de los casos. Ni que decir, en aquellas economías como la peruana, donde el diferencial de intereses (tasa activa menos tasa pasiva) es muy abultado. Veamos el caso peruano. En diciembre de 2017 la tasa de referencia era 3.25%, hoy 24 de marzo está en 1.25%, sin embargo, el PBI en el periodo 2018-2019 no logro despegar. Es un botón de muestra de la ineficacia de la política monetaria que tanto gala hacen los burócratas del BCRP y algunos economistas.
Si en algo pueden ayudar los bancos centrales a la reactivación económica, es que no sólo deben bajar las tasas de interés de referencia a cero (quizás hasta negativo, ejemplos: Japón, Suiza), sino que, deberán mantenerlos en cero durante años, como recomienda el propio Ben Bernanke, Expresidente de la FED. En los años venideros, las tasas de interés cero, serán la norma, no la excepción.
En los años 90, el consenso entre los economistas estaba claro: la política monetaria se ocupaba de la gestión de los ciclos de la economía; la política fiscal tenía como único objetivo reducir a toda costa el déficit y la deuda pública, cuanto más rápido mejor. Ahora, estamos en un escenario completamente distinto del que se estudiaba en los viejos y desfasados manuales de economía y que ha servido de base para diseñar políticas económicas neoliberales desde la época de Ronald Reagan (1981 -1989) y Margaret Thatcher (1979 -1990). Ello quiere decir, que la política monetaria desaparece como instrumento de gestión de los ciclos económicos. Revivirlo costará y tardará mucho. El Presidente del BCRP, Julio Velarde debe saberlo.
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