Buscando refugio
En épocas de turbulencias, el dinero corre a refugiarse, en puertos seguros. El coronavirus acecha y tanto el oro físico como valor refugio por excelencia, como el bitcoin están en auge. El oro, por un lado, registró el 24 de febrero su precio más alto en siete años (US$ 1,676.00 la onza), si bien hubo estos últimos días una ligera caída (véase Bloomberg.com). Por su parte, el valor del bitcoin superó el 13 de febrero la barrera psicológica de los 10,000 dólares (US$ 10,352 un BTC), para luego descender. Este cambio de tendencia puede deberse a la realización de ganancias de los inversores en este tipo de activos.
La consolidación del oro como valor refugio podría deberse a las tensiones comerciales y geopolíticas que hay en el mundo, con la incertidumbre añadida por el coronavirus. Sin embargo, hay quienes opinan que la razón principal del auge del metal precioso, se debe a que la FED y el BCE están registrando tasas de interés referenciales (precio del dinero), próximas a cero o incluso negativos, y recurren por ello a la estrategia de la expansión cuantitativa (política monetaria), inyectando forzosamente miles de millones de dólares para estimular la economía.
Po otro lado, el crecimiento que experimentó el bitcoin a principios de año, debido a las tensiones entre Estados Unidos e Irán podría impulsar a la criptomoneda más popular como un valor refugio. Esto puede explicarse en parte a que “la cantidad de bitcoins es limitada o finita", y no habrá una impresión de bitcoins como ocurre con otras divisas como el dólar, el euro, el yuan, etc., a cargo de los bancos centrales. Por otro lado, se viene el “halving” en aproximadamente 2 meses cuando se reducirá a la mitad el número de bitcoins que se emitan. Evento que sólo ocurre cada 4 años.
Por último, para un inversor que piensa a largo plazo, el bitcoin es un valor refugio fiable similar al oro, teniendo en cuenta que esta moneda está fuera del control de los bancos centrales, lo que lo protegerá de una posible crisis como la de 2008.
Posibles escenarios
Hay tres posibles escenarios que podrían aumentar el impacto negativo del coronavirus en la economía global: a) La posibilidad de no poder tener el virus bajo control total al cierre del primer semestre de este año. Desafortunadamente, la Organización Mundial de la Salud (OMS), este viernes 28 de febrero aumentó el riesgo de expansión global del virus de “alto” a “muy alto” b) La posibilidad de que la tensión social crezca en China y las cosas se salgan del control para el gobierno, y c) La posibilidad de que China no cumpla los acuerdos comerciales de la primera fase pactado con Estados Unidos, lo que daría lugar a la amenaza del aumento de aranceles contra Pekín.
Los mercados financieros "no están valorando" estos escenarios de alto riesgo, que, pese a que sean poco probables, son muy aterradores. El aumento continuo en el número de casos y el número de países afectados en los últimos días son claramente preocupantes. La OCDE actualizará sus previsiones los próximos días. A partir de ahí se empezará a pisar tierra más firme, y será el termómetro de la situación. Mientras tanto, “más vale prevenir que lamentar”, como dice el refrán y hay que prepararse por si el “cisne negro” alza vuelo y causa una recesión mundial.
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