La reciente extinción del Proyecto Especial Legado, encargado de administrar y mantener la infraestructura deportiva y la villa de deportistas implementada para los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos Lima 2019 (JJ.PP. 2019), ha generado polémica y preocupación ante la cercanía de los Juegos Bolivarianos 2025 y los JJ.PP. del 2027. "Diario El Comercio. Todos los derechos reservados."
Sobre este tema, considero importante considerar los siguientes aspectos:
1) Debemos superar la ineficiencia y rigidez del Estado Peruano. Bajo las normas regulares es muy difícil poder planificar y gestionar eventos de esta magnitud. El éxito del PE JJ.PP. 2019 se debió en gran medida a su independencia y a las condiciones especiales que le permitieron acelerar los procesos de contratación y adjudicación. ¿El IPD cuenta con ello?
2) La transición no debe afectar los juegos. Los proyectos especiales deben diseñarse con una estrategia de integración a estructuras permanentes para evitar la duplicidad de funciones. En ese sentido, es natural que el Legado se incorpore al Instituto Peruano del Deporte (IPD), pero esa transición debe ser planificada para no afectar los compromisos asumidos ni la ejecución de los grandes eventos.
3) El deporte debe ser una prioridad nacional. La abrumadora diferencia entre los presupuestos del Legado y del IPD, así como la enorme desigualdad entre la infraestructura deportiva de Lima y del resto del país evidencian todo lo contrario. Urge incrementar los recursos y descentralizar la inversión en el marco de una política nacional de largo plazo.
4) Los JJ.PP. son una oportunidad única para Lima. Eventos como los JJ.PP. deben verse como gatilladores de grandes proyectos urbanos que transformen las ciudades. En ese sentido, los JJ.PP. 2027 tienen que estar enmarcados en un ambicioso plan estratégico que incluya la regeneración de zonas degradadas, la renovación del transporte público, la modernización de las vías metropolitanas, la creación de parques y equipamientos deportivos, entre otros aspectos. Por su parte, la Villa Panamericana debe rápidamente transformarse en departamentos destinados a vivienda social, a través de programas de venta, leasing y alquiler.
Como vemos, estamos a tiempo de poder superar la excelencia de los JJ.PP. 2019. Para ello debemos exigir a nuestros gobernantes que planifiquen y ejecuten las acciones necesarias para garantizar el adecuado desarrollo de la competición, dejando un legado histórico para el deporte y para nuestra querida ciudad.
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